Conozco hace mucho a Isaac Torregrosa y puedo decir que es un ejemplo de dedicación en su profesión orientada a su misión de cambiar el modelo energético. Para ello fundó y dirige actualmente su empresa Quetzal Ingeniería.
Alicantino hasta la médula, ciclista urbano convencido, ávido lector, amante de la naturaleza y sincero escritor que se muestra con sus Pensamientos de papel.
Hoy estoy encantado de tenerlo de invitado con uno de sus escritos como regalo. Con su ¿Tu cambio está detrás de estas preguntas? muestra una perspectiva previa a un proceso de cambio.
Espero que sus preguntas te sirvan.
¿Tu cambio está detrás de estas preguntas?
Hoy, has quedado con tu amiga María. Tienes que darle un libro que se dejó en tu casa en la cena de navidad. Era algo así como gestión del cambio. “¿Qué querrá cambiar si tiene una vida de puta madre?”, te preguntaste cuando viste el título. No te molestaste en abrirlo. Tu vida está bien como está. Tienes tu empresa y sigue su curso.
Llegas a tu cita. Puntual, puntual pero justito, siempre corriendo. Allí está María, esperando, calmada, contemplando a la gente pasar. Viene de unos de talleres de esos que va ella. No, eso no es para ti.
Tras los formulismos de rigor, ella termina preguntándote:
-¿Y qué tal en tu trabajo?
– Bien, pero es muy difícil encontrar gente que haga las cosas como yo quiero – respondes rápidamente.
Acto seguido tu amiga abre su mochila y saca un papel. Te da el papel y te dice que lo leas y pienses sobre ello, y que, dentro de un par de días, te llamará.
Tú, por no hacerle un feo, lo aceptas, y le prometes que lo leerás. Como te llamará para comentarlo debes hacerlo. “En llegar a casa, antes de cenar lo leerás”, piensas mientras estás despidiéndote.
Llegas a casa y sacas la hojita. Tras una dura, y larga, jornada de trabajo no te apetece mucho, pero bueno, harás el esfuerzo.
Compruebas que no hay nada explicativo, solo es una ristra de preguntas. Mejor. No necesitas que nadie te dé lecciones. Y menos algún personaje que ni siquiera conoce tus circunstancias.
Empiezas con la primera pregunta:
¿Eres feliz en tu vida?
“Ya empezamos”, pasa al instante por tu cabeza. Debías de haberlo pensado antes. Por ahí iban a ir los tiros, que si felicidad, que si cambio. Pero eso tú no lo necesitas, ¿no? Tu tienes una empresa, un trabajo que es tuyo. Tienes una vida montada, ganas dinero. De vez en cuando te vas de viaje. Vale, preferiría tener más tiempo libre. ¿Para qué? Pues algo haría. Pero no me puedo quejar. Tengo más de lo que mucho tienen.
¿Te gusta tu trabajo?
Continúa el folio de María.
¿Cómo no me va a gustar si es mi empresa? Bueno, es cierto, es muy estresante. Te llevas muchas veces los problemas a casa. Porque siempre surgen problemas. Y, a veces, te gustaría mandarlo todo a la mierda. Pero eso es solo a veces. Normalmente estás bien. Bueno, por lo menos lo que depende de ti. Veamos que dice la tercera pregunta.
¿Tienes una buena relación con tus compañeros de trabajo?
Bueno, tus compañeros de trabajo son tus empleados. Tú eres su jefe. Deben de hacer lo que tú les pido. A veces no te entienden. Muchos son un desastre. Y no se involucran. Hacen sus horas y listo. ¡Es tan difícil encontrar buenos empleados! Y eso que les pagas bien. Al menos eso piensas tú. Nunca quieren hacer ninguna hora de más y te dejan los marrones a ti. Tú tienes que supervisar todo. Debes asegurarte que todo se haga según tu parecer. No puedes terminar de fiarte de los empleados. Pero eres el jefe, es normal.
¿Cómo se trabaja la motivación en tu empresa?
Esta cuarta pregunta te ha desconcertado un poco. ¿Trabajar la motivación? Ya tienen el sueldo, con eso les debe valer. A ti te vale. Bueno, realmente es tu empresa, también hacerla funcionar es una motivación extra. Un orgullo personal. Pero ellos son empleados. Te preguntas si es posible que se motiven más. ¿Cómo lo puedes hacer? Igual debes buscar incentivos. Pero ya cobran bien. ¿Puede haber otros medios para motivar a las personas?
La quinta pregunta viene emparejada a la cuarta,
¿Cómo se fomenta las relaciones y el buen ambiente entre los trabajadores de tu empresa?
Nada, no haces nada para fomentar que se relacionen. Ahora te das cuenta que el ambiente de la oficina está, en ocasiones, enrarecido. Nunca haces reuniones grupales. Solo repartes tareas. Y cada uno tiene la suya. Pero hasta ahora creías que eso era lo normal. Al hacerte esta pregunta te ha dado por pensar. ¿Se puede hacer mejor? ¿Se conseguirían mejores resultados con mejores relaciones personales? Esto lo juntas con la motivación. Te cuestionas, por primera vez desde que tienes la empresa, si está en tu mano mejorar la relación con las personas y, con ello, libertarte de malos rollos y problemas que acaben en ti.
La última, ves que no es una pregunta, es una llamada a la acción.
Piensa en lo que puedes cambiar para mejorar y cuándo lo puedes aplicar.
Estas simples preguntas te han hecho plantearte, por ti mismo, que quizá no lo tengas controlado. Que puedes cambiar cosas. Y esos cambios provocarán mejoras en tu empresa. Y esas mejoras pueden repercutir en tu vida. Porque puede hacer que te dejes de llevar problemas a casa.
Cuando veas a María vas a darle las gracias. Porque dentro de ti tenías muchas respuestas y sin su ayuda no hubieras sabido que estaban.
Te piden que pongas fecha a tus cambios. Sabes que tienes que hacer cambios. Tienes la certeza. Ahora te toca trabajar en ello. No te vas a precipitar, eso no forma parte de tu carácter. Vas a reflexionar primero cómo identificar lo que debes cambiar. Y también localizarás los medios para ejecutarlo. Igual te toca leer los libros de María. Igual todas tus respuestas están ya dentro de ti.
El momento de tu cambio es ahora. Te has dado cuenta. Y te has propuesto que la próxima vez que leas estas preguntas tus repuestas sean otras muy distintas. Unas contestaciones que provoquen una gran sonrisa dentro de ti. Una alegría de haberte acercado más a la felicidad.
Gracias Isaac por uno de tus Pensamientos de papel.
Y si tú quieres seguir leyendo más Pensamientos de papel, aquí tienes a Isaac:
Un fuerte abrazo.
Patxi Giménez.